viernes, 10 de abril de 2009

Asesinato Cruel y Alevoso


Fotografía tomada por el periodista Carlos Serpa Maceira, que muestra el otrora Reclusorio Nacional para Hombres Presidio Modelo, en la conocida antiguamente por Isla de Pinos, al suroeste de la Habana, en cuyo lugar el régimen comunista de Cuba asesinó vilmente a presos políticos, además de atropellos y graves violaciones a los derechos humanos.

La Habana 9 de abril. “Tira la guataca con más fuerza”, le gritó en voz alta el militar conocido por la Pinta, al preso político cubano Julio Tang Texier, quien en compañía de otros reos, laboraba en un inhumano Plan de Trabajo Forzado aplicado por Fidel Castro, conocido por “Plan Especial Camilo Cienfuegos “, desarrollado en la conocida antiguamente por Isla de Pinos, al suroeste de la Habana entre los años 1964-1967. Cuentan que el “Chino”, como se le conocía a Tang Texier, con firmeza miró a la Pinta, y le contestó que no lo haría. Inmediatamente, el militar Licho Arcia Rojas, que se encontraba en la escena, la emprendió a bayonetazos contra Julio Tang Texier, quien hizo un gran esfuerzo para esquivar con ambos brazos la agresión.

Otro militar intervino y golpeó al reo, con un azadón en la región sacro-lumbar. Tang cayó al suelo, y Licho Arcia Roja le aplicó una llave de estrangulación en el cuello. Seguidamente le clavó la bayoneta en uno de los muslos, haciendo girar repetidamente la hoja. Cuando la extrajo, el “Chino” emitió un gemido y salió por la herida un chorro de sangre. Tang fue cargado por sus compañeros, quienes lo colocaron en una cama de un transporte militar. Llegó muerto al dispensario del Reclusorio Nacional para Hombres Presidio Modelo, situado a 3 km de distancia de donde fue asesinado, el 3 de septiembre de 1966.

Julio Tang Texier, tenía 29 años, y era un mestizo de chino y mulata, de eterna sonrisa, sencillo y amable. Era vecino del barrio habanero de Luyanó, había militado en el Movimiento 26 de Julio, y posteriormente en el Ejército Rebelde, donde alcanzó el grado de Teniente. El Chino se convenció de que los ideales por los que había luchado tomaban un rumbo totalitario comunista, y se unió nuevamente a un grupo de ex compañeros descontentos, y fundaron el Movimiento Demócrata Martiano, además de ser militante de la Juventud Obrera Católica (JOC).

El 15 de septiembre de 1981, durante la inauguración de la 68 Conferencia Interparlamentaria que sesionó en el Palacio de las Convenciones de la capital cubana, Fidel Castro manifestó su solidaridad con un grupo de presos políticos que en Irlanda del Norte, habían protagonizado una huelga de hambre en rebeldía contra el gobierno británico, presidido por la entonces Primera Ministra Margaret Thacher.

En esa oportunidad Castro dijo: …”No podemos acostumbrarnos al crimen, ni en Irlanda, ni en el Salvador, ni en Angola, ni en Namibia, ni en Sudáfrica, ni en el Líbano, ni en ninguna parte…” Desde mi óptica, ni en Cuba tampoco podemos acostumbrarnos al crimen.

Aquí también las huelgas de hambre realizadas por presos políticos y de conciencia, han sido una tribuna de denuncia para llamar la atención de la comunidad internacional, de que las cárceles cubanas son cementerios de hombres vivos.

Los gobiernos totalitarios, temblarán ante hombres de la extirpe de Julio Tang Texier, que entregaron su vida en pro de la libertad. Su figura y legado resurgen cada día, indicando el camino de la redención.

Reportó desde la Habana el periodista Carlos Serpa Maceira.

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