sábado, 23 de mayo de 2009

Otros 4 reos contagiados con el VIH/SIDA en la prisión Tunera

Por: Alfredo Domínguez Batista, prisionero político y de conciencia del grupo de los 75 encarcelado en la prisión El Típico de Las Tunas y colaborador del Centro de Información Hablemos Press (CIHPRESS)

La Habana, Cuba-21 de mayo/CIHPRESS/-El reo común, Evi Acosta Vázquez se inyectó sangre de su hermano Alexis Acosta Vázquez, ambos recluidos en el pasillo Y de la Prisión El Típico de Las Tunas, el 18 de mayo, alegando “para que quiero vivir si el régimen castrista me ha quitado mi juventud y parte de mi vida condenándome a más de 20 años de cárcel por delitos comunes.”

Evi Acosta había anunciado a las autoridades de este centro carcelario que se inyectaría sangre de su hermano Alexis Acosta, quien tiene el Virus del VIH/SIDA, en protesta por los malos tratos de los guardias y por la cantidad de años a los que fue condenado por un tribunal de esa ciudad, y advirtió que infectaría a todos los presos que permanecen encarcelados junto a ellos si no lo trasladan con urgencia a un centro de salud para pacientes con el VIH/SIDA.

Gualfrido Torres Cuba y Arnaldo Tamayo González también se contagiaron con el Virus administrándose sangre de reos infectados. Randy Camejo Hernández probó ponerse sangre pero gracias a que sus compañeros de celda lo vieron, no lo dejaron hacerlo, pero al parecer este será el próximo contagiado.

Ahora está de moda que los reos condenados a muchos años de cárcel quieran contagiarse pues así ven la esperanza de que las autoridades le den una licencia extrapenal por ya estar condenados a muerte por la enfermedad o para ser llevados a un centro de salud para enfermos que le dan mejor trato y alimentación.

Nota: Alfredo Domínguez Batista es miembro del Movimiento Cristiano Liberación, acusado de haber Violado la Ley 88 condenado en la Causa #7 del 2003 a 14 años de prisión, su familia reside en la Calle 61 #25 entre 32 y 34, Delicias, Puerto Padre, Las Tunas. La fiscalía le pidió 10 de años de prisión y fue condenado a 14 años. Sentencia #8 del 2003.

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