miércoles, 25 de mayo de 2011

Caminar dos Kilómetros con una bala de gas a cuesta


Barcelona/ Mambises en A/ Ariel Mederos García, de ocupación mensajero, vecino de calle 3ra #12007 e/ 1ra y B, Reparto San Juan de los Pinos, municipio San Miguel del Padrón, La Habana, denuncia la afectación que sufre la población por arbitrariedad administrativa:
“El local donde se despacha la balita de gas a la población mediante el tarjetón (un sistema de racionamiento de combustible para cocinar) que se encuentra en la comunidad de San Juan de los Pinos, en el municipio de San Miguel del Padrón, fue afectado por un accidente irresponsable del camión de la Empresa Cubana de Petróleo (CUPET) que trae las balas de combustible al local de depósito, lo que también afectó a la población de la comunidad antes mencionada. El chofer que lo conducía chocó dicho camión contra la pared del local dejándola en tal mal estado que si la tocas se cae. Eso trajo como consecuencia que los vecinos y mensajeros desde esa fecha tengan que trasladarse no menos de 2 Km a otro local de depósito en el Reparto Afán para poder obtener el combustible deseado. En el caso mío que tengo 76 años y una licencia de trabajador por cuenta propia, se me hace muy lejos cargar con las balitas, pero tengo que hacerlo porque si no me quitan la licencia, por lo que me está afectando la salud y el ingreso económico, además la Delegada de la Circunscripción del Poder Popular, dice que no hay presupuesto para comprar materiales de construcción para arreglar dicha pared, así como, que la Empresa no asume los gastos, ¡qué ironía!”
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Alfredo Cruz López.

La vivienda destruida, las esperanzas también

Barcelona/ Mambises en A/ La ciudadana Paula Capote Núñez, de 60 años de edad y propietaria de la casa sita en calle 3ra # 19908 e/ Calzada de San Miguel del Padrón y Final, Reparto San Juan de los Pinos, municipio San Miguel del Padrón, La Habana, denuncia el estado de su casa y la indiferencia del gobierno de Cuba ante los problemas y carencias de la población:
“Desde hace años estoy preocupada por los grandes riesgos que tengo de perder mi vivienda por las condiciones extremas que presenta, como lo confirma el techo que está al caerse y no le encuentro solución, pues no tengo dinero para pagar los materiales de construcción y la mano de obra, y por la vía del gobierno ya me cansé de hablar con la Delegada de la circunscripción del Poder Popular, todo queda en promesas que a nadie le importa y que el precio de los materiales de construcción en el mercado negro y en el estatal no están a mi alcance, por estar muy por encima de la ayuda de mis hijos, ¿qué hacer, esperar hasta que se caiga por completo y me mate?”.
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Alfredo Cruz López.

martes, 17 de mayo de 2011

La mujer y el sistema carcelario cubano

Por Aimée Cabrera.
El lunes en la tarde noche recibí la noticia de que una trabajadora capitalina, madre de dos hijos, el más pequeño con discapacidades, debe cumplir condena en prisión por varios años.
Si bien las leyes deben ser aplicadas según la gravedad de los casos, me inquieta saber que esa joven sufre también enfermedades que pudieran agravarse, por la tensión que vive y las condiciones precarias de la cárcel.
Ella mantiene su ánimo positivo quizás para no deprimir a sus familiares y habla con optimismo, como si estuviera soñando o viendo un filme. Es dura la vida de la mujer en prisión, y más dura aún su inserción en la sociedad, una vez que concluye su condena.
Esa misma noche se estrenó una nueva telenovela cubana Bajo el mismo sol, que comienza con la salida de prisión de 3 mujeres jóvenes. Solo una es bien recibida por la familia, aunque todas, desde el primer capítulo, sufren la marginación de quienes deben extenderle la mano y darle un voto de confianza.
La vida en Cuba se ha encarecido en los últimos años para el cubano medio, el que no tiene posibilidades económicas para mantener un mínimo de estabilidad para con su familia. Por eso, muchos caen en tentaciones que, aunque remuneradas, nunca van a mitigar el horror de la cárcel.
Hay quienes son condenados a prisión pues se convierten en delincuentes, mal vistos en las comunidades donde residen. Sin embargo, hay quienes llevan una vida normal y, de pronto se ven involucrados en situaciones que son solucionadas de manera drástica por quienes aplican las leyes en el país.
Mucho queda por hacer en cuanto a mejorar el sistema carcelario en Cuba. La prensa oficial ha divulgado reportajes idílicos sobre los hombres y mujeres en prisión, pero la realidad es bien distinta.
En el caso de las mujeres, ellas deben convivir donde están las asesinas, o las traficantes, u otras peores que imponen sus leyes de bajezas a las que no son criminales; estas últimas malviven en este bajo mundo al que tienen que adaptarse si quieren conservar un mínimo de tranquilidad a su alrededor.
El tema del nuevo dramatizado y la mala noticia recibida, me hacen recordar el caso de una amiga de intachable currículo y muy integrada a la sociedad, quien perdió su buen empleo y todo su prestigio cuando fue interceptada a la salida de una tienda con un video que acababa de comprar en dólares americanos, moneda prohibida al pueblo en la década del 80 del pasado Siglo.
Los trabajadores cubanos no tienen opción si caen en cuestiones consideradas como graves. Las administraciones y los dirigentes sindicales se confabulan para hundir más al que cae en indisciplinas. Mi amiga estuvo solo unos meses presa y salió con el cabello canoso, a pesar de los pocos años que tenía en ese momento.
Se reinsertó en la sociedad ejerciendo su profesión en centros no tan relevantes como en el que trabajó antes de su condena. Mantiene una buena actitud, pero reconoce que a veces surge el fantasma lúgubre de su estadía en prisión para entorpecer cualquier reconocimiento o estímulo importante.
Habrá que ver qué suerte le deparará la vida a la joven que comenzará una nueva vida, presa y separada de sus seres queridos, con las preocupaciones propias de su condición de madre, además del peligro de verse involucrada en situaciones tan contundentes como inimaginables.
Habrá que ver también en qué tramas se verán involucradas las actrices de Bajo el mismo sol, estos temas crudos y nada triviales, son blanco de las críticas de quienes prefieren “desconectar” y ver lo que no pueden vivir en su país. Ojalá que todas las mujeres que cumplen condenas en las cárceles, puedan ver esta telenovela en la que por primera vez, se verán reflejadas.

martes, 10 de mayo de 2011

Niña con tuberculosis en Cuba


Barcelona/ Mambí en A/ Lisandra Frómeta Pardo, con carné de identidad No 89101403118, vecina de Enamorados # 59 e/ Rabí y San Indalecio, Santos Suárez, Municipio 10 de octubre, La Habana, Cuba, denuncia la situación de su hija:
“Tengo una hija que desde que nació viene padeciendo de falta de aire, y a partir de los dos meses, en varias ocasiones la he tenido hospitalizada hasta en terapia, su nombre es Lisania de la Caridad Miranda Frómeta, (carné de identidad No 07071164937), tiene 3 años y en estos momentos presenta problemas pulmonares que comenzaron por una neumonía, y terminó en una tuberculosis, está con un tratamiento de pastillas por 7 meses y comenzó con estas pastillas hace dos meses. Las pastillas son muy fuertes y el alimento no es el adecuado, debe tener buen alimento y me es difícil, cuento sólo con mi mamá que su salario no alcanza y la dieta es muy poca, y en dos días se le acaba lo ofertado. Más la humedad que tengo en mi casa que es grande y en mi pasillo murió un niño de asma”.
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Lázara Mitjans Cruz.

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