martes, 13 de marzo de 2012

Delincuencia autorizada vs familias decentes marginadas - Cuba

Barcelona/ Mambises en A/ La señora Darmis Oliveras Ayalas. Edificio 87. Apartamento A-4, (ICP), Manzanillo. Granma, denuncia:

Por este medio quiero hacer oficial la denuncia contra el Gobierno y el Partido de esta localidad, quienes a través de las organizaciones de masas y los oficiales de la Seguridad del Estado han implementado una serie de arbitrariedades que han afectado notablemente mi integridad y la de mi familia, compuesta por mi esposo y mis dos niños menores de 10 años. Para lo cual han permitido la permanencia ilegal de Giné de la Cruz Barbán y su familia en un apartamento próximo al nuestro. Estos constituyen uno de los núcleos familiares disfuncionales más distintivos de este reparto. Aquí pulula la falta de educación y civismo, ignoran las más elementales reglas de convivencia social y familiar, alteran el orden del edificio con serios disturbios donde prevalecen los malos tratos, las frases obscenas, la permanencia de elementos sociales de dudosa reputación, el maltrato infantil, debido a que todos están en igualdad de condiciones; por lo tanto, aquí no se sabe dónde comienza la infancia y donde termina la adultez. En fin, son delincuentes autorizados y puestos al servicio de la “Seguridad” en este caso. Han devenido en un perfecto instrumento para hacernos imposible la vida a mí y a los míos.
En varias ocasiones se han defecado en el frente de nuestra casa. Atentan constantemente contra mi integridad moral y la de mi esposo. Mis niños se encuentran bajo una constante agresión psicológica, al punto que no pueden jugar tranquilos en el frente del edificio porque les gritan “gusanos”, “contrarrevolucionarios” y nos han amenazado con apedrearnos fuera de la vivienda si solo ejecutamos cualquier acto de protesta individual.
Mis niños han sufrido serios traumas psicológicos, fundamentalmente el más pequeño de los dos, que padece de una palpable inadaptación debido a la hostilidad del medio social. Hemos agotado todas las potencialidades para enmendar la mencionada situación, ventilándola ante el jefe del sector de la policía, oficial Jorge Luis Verdecia Linares, pero sus indicaciones le han servido de alfombra a estos personajes; pero esto es de esperar, porque no es más que la resultante inmediata de todo aquello que no es verdaderamente auténtico, él es una marioneta más.
Las veces que hemos intentado revelarnos ante tales actos, resulta que los que somos conducidos por irreverentes y faltos de civismo somos nosotros, que solo nos dedicamos a trabajar para sobrevivir, a cuidar de nuestra familia, a convivir sin molestar al vecino y a edificar nuestra vida en los caminos de Dios.
Creemos que no somos los únicos que padecemos marginación e injusticia en tan amplia escala, tampoco nos creemos el ombligo del mundo, pero es importante que la opinión pública conozca bien a fondo el triste panorama que vive hoy este país, donde la descomposición social se impone y le hace una “mueca” a las buenas maneras. En un país que se archirrepite cumplidor y defensor de los Derechos Humanos, que se ha adjudicado el papel de juez de los gobiernos a nivel mundial a través del lanzamiento de “reflexiones” que solo son letra muerta y ahuecada.
Un sistema político que es capaz de instrumentar los más sucios procedimientos para anular, neutralizar y si es necesario desaparecer a todo aquel o aquello que pueda poner en tela de juicio su “amañada” credibilidad. Pero mi caso y el de muchos constituyen síntomas indudables de su poco sostén interno y la anunciación de su fracaso político total.
Hoy soy una profesional desfasada y no me avergüenzo porque ya no soy parte de su “juego a las mentiritas”, ahora tengo nuevas proyecciones desde mi modesta altura. Antes de descartarme era profesora asistente de la Facultad de Ciencias Médicas de esta provincia, hoy soy una vendedora ilegal perseguida y ultrajada. Para ellos constituyo un material humano desechable; pero para Cristo soy muy valiosa y me he creído su promesa, que “escogió lo más despreciado y lo enalteció para avergonzar a los sabios”. Gracias doy a Dios Viviente por haberme rescatado y porque estoy convencida que está instaurando en mi vida su diseño de bendición original.
“¡Que Dios los bendiga y bendiga al pueblo cubano pronto!”

Informó desde Manzanillo, Cuba, Tania de la Torre Montesinos, Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.

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