miércoles, 1 de diciembre de 2010

Las leyes del Totalitarismo

Denuncia de Arnaldo Ramos Lauzurique

El pasado 26 de noviembre a las 8 am, fui a renovar mi licencia de conducción, teniendo en cuenta lo establecido.
Una información del periódico Tribuna de La Habana, del 22 de marzo de 2009 aclaró que: “Las personas consentidas para renovar la licencia de conducción más allá de la fecha de vencimiento son”: (citan una serie de casos entre los que se incluyen) “los sancionados a privación de libertad o bajo correccional medida de internamiento, lo que será certificado con el documento correspondiente. En todos los casos solo dispondrán de 90 días a partir del momento en que cesó la causa que impidió la renovación. Deben acudir con la licencia de conducción vieja, el carné de identidad, tres fotos y sellos por valor de $15.00 pesos cubanos, por cada categoría.”
Me presenté en el centro que me corresponde, la Unidad de Licencia de Conducción Centro No.1 en San Rafael esquina a Aramburu. La funcionaria que me atendió después de hacer una pequeña cola de espera, me dijo que tenía que ver al Jefe de la Unidad.
El jefe de la Unidad es el mayor Licet. Tuve que esperar por una llamada que recibió para que se ocupara de los trámites de Agustina, la hermana de Fidel Castro de 72 años de edad (según Katiuska Blanco, Agustina del Carmen Castro Ruz, nació el 28 de agosto de 1938 a las 4 pm) que resolvió muy orondo, diciendo en voz alta para que todos escucharan, que era un asunto de la hermana del Comandante en Jefe.
Agustina tuvo mayor suerte que yo, que me presenté con todos los papeles en regla, y le reiteré que mi licencia, como podía apreciar, se venció en el año 2005, y yo estaba preso desde 2003, siendo excarcelado hace unos días.
Me dijo después de leer el documento de mi licencia extrapenal, que por supuesto dice que mi delito es por Actos contra la Seguridad del Estado, que tenía que someterme a reexámenes (teórico y práctico) porque así está establecido para los que guardan más de 3 años de prisión. Le dije que eso no era lo establecido, ni lo que publicó la prensa; pero insistió que esas eran las órdenes superiores que existían.
Lógicamente, no me voy a someter a esos exámenes gastando tiempo y dinero, porque estoy convencido que me desaprobarán.

Desde La Habana, Cuba, Martha Beatríz Roque Cabello.

No hay comentarios:

Buscar en archivos de Mambí en Acción