En medio de una profunda crisis que afecta a todos los sectores de la nación, la nomenklatura anuncia la celebración del sexto congreso del partido comunista para abril del año próximo. Un evento que intenta legitimar el desgastado régimen ante el pueblo cubano y sobre todo, establecerse como la única opción válida ante los actores internacionales preocupados por la situación presente y el futuro del país.
El documento rector del futuro congreso titulado: Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista de Cuba, recoge un solo tema a debatir, la actualización del modelo político que rige el país. Mantener subordinado a todo un estado en beneficio de una cleptocracia que ha llevado la nación a la ruina.
Los debates y decisiones que tome la dirigencia comunista, podrá dar solución a los graves problemas que aquejan a la sociedad cubana. Los llamados grandes logros sociales de los que siempre ha alardeado el gobierno son un fracaso; educación, salud, seguridad social y el pleno empleo son sólo un mito. La triste realidad es que mientras un pequeño grupo de personas detente el poder, quebrantando los derechos elementales de millones de personas, Cuba y su pueblo no verán remediados los daños provocados en más de medio siglo de: Comunismo Monopolista de Estado.
Que legitimidad puede argumentar la gerontocracia comunista cuando mantienen encarcelados a cientos de opositores políticos, discrimina y persigue a quienes opinan diferente e impide la participación en los destinos del país a los cubanos que viven fuera de nuestras fronteras. Además que se niega tercamente a reconocer que casi dos millones de cubanos rechazan al modelo vigente en Cuba, como demostramos al ser ratificados los integrantes de la Séptima Legislatura del llamado Poder Popular en enero de 2008 y más reciente en las elecciones parciales de mayo de 2010. Además es un proceso manido y manipulado donde las cifras se alteran a favor del PCC.
No es un congreso lo que va a legitimar a la nomenclatura comunista. El futuro de Cuba sólo puede decidirse mediante elecciones libres y transparentes, con la participación de organismos internacionales que las validen. Si sus aliados dentro del ALBA permiten el pluripartidismo, ¿Por qué negarle a un millón de cubanos el derecho a organizarse para participar de forma plena en la vida política, económica y social de la nación? ¿Acaso todavía pueden seguir diciendo que somos grupúsculos y que no tenemos respaldo popular?
No esperamos sorpresas en ese congreso. Cuando más, algunos cambios cosméticos. Pero no vamos a esperar que nos digan otra vez que el pueblo quiere el socialismo irrevocable. Por eso continuaremos preparándonos para darle la batalla al régimen comunista durante el proceso electoral de 2012.
Exhortamos a las decenas de organizaciones que luchan dentro y fuera de Cuba por el respeto a los derechos humanos, la democracia y un futuro mejor para el pueblo cubano, que se unan en este empeño. A organizaciones internacionales como el PARLATINO, la Unión Interparlamentaria y otros para que le exijan a las autoridades en el poder que no repriman a nuestros candidatos alternativos y llamamos al pueblo, principal protagonista de su futuro, para que luche por cambiarlo, para que sea próspero y en libertad.
“Todo debemos fiarlo a nuestro esfuerzo.”
Antonio Maceo.
Carlos Ríos Otero
Coordinador del NO (Nación Opositora)
Rafael E. Ávila Pérez.
Presidente Alianza Nueva Nación
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