domingo, 13 de junio de 2010

No hagan sufrir más a los hijos de esta tierra

Por Efrén Fernández Fernández/ Despacho de Hablemos Press.

Guanajay, junio.― En los últimos meses la situación de la alimentación de los presos en esta prisión de Guanajay se puede calificar de dramática, pues cada día que pasa va de mal en peor.

En el desayuno continúan subministrando un pan viejo y aplastado como una galleta y un líquido semi-transparente insípido e inodoro parecido al agua no potable que desgraciadamente debemos ingerir diariamente.

Muchas veces en las comidas el arroz está semi-crudo. Casi todos los días dan una sopa que verdaderamente es un agua turbia, sin fideos, carnes o vianda.

Cuando reparten el pestilente picadillo de la carne con escamas y otras inmundicias del pescado de agua dulce llamado Tenca y que en ocasiones está echado a perder, los presos que lo consumen por no tener otra opción alimenticia padecen de incontrolables diarreas.

Constantemente en las comidas sirven el detestable picadillo de soya que como su nombre lo indica está compuesto por soya teñida con un color rojizo que no se asemeja al de ninguna carne ni los desperdicios de ningún ganado.

Este picadillo que hace días lo dan mesclado con abundante agua en reiteradas ocasiones se encuentra ácido y también ha provocado brotes diarreicos.

El diminuto pan, similar al del desayuno que lo dan como merienda a media tarde, ha sido reducida su ración a la mitad, por lo cual los presos lo han bautizado como media cara, un personaje de animados cubanos.

Como postre, casi siempre hay una simulada natilla que consiste en un engrudo aguachento de harina de trigo con apenas dulzor y mucho menos sabor.

De manera excepcional reparten mermelada de mango, zanahoria o guayaba, que procede de una alcaica y pequeña fábrica, ubicada en la prisión donde laboran a lo sumo seis presos. Generalmente cuando no la pueden comerciar por haberse fermentado es cuando se la dan a los presos.

En la repetitiva alimentación han disminuido la entrega de los aguados potajes de frijoles que de encontrarse un grano en ellos bien podía gritarse Eureka.

En su lugar ha optado por el artificio de dar congrí, pues de esta manera evitan las contantes quejas por los potajes aguados y sin granos. Y sobre todo porque favorece el desproporcionado robo por parte de las autoridades penitenciarias del arroz y los frijoles crudos, ya que cuando reparten el congrí la ración debería ser superior a la que normalmente deben suministrar de arroz blanco, y sin embargo jamás dan esa cantidad facilitando esto una mayor apropiación indebida de considerables porciones de los referidos producto.

Todos los alimentos son sancochados y nunca tienen grasas, condimentos o sal, y las viandas y vegetales se esfumaron de la dieta alimenticia.

Ésta lamentable situación, se recrudece por el robo de otra porción de las raciones, por parte de las pandillas organizadas y dirigidas por las autoridades penitenciarias para reprimir a los demás reos en los destacamentos.

A esas bandas que absurdamente distribuyen los alimentos, les toleran suprimir aun más las cantidades establecidas para que puedan saciar su hambre con algo más de sancocho o vendan alguna parte para lucrar como pago de sus diabólicos servicios como represores.

Los lamentos de los presos ya se escuchan por doquier. Algunos manifiestan que los están matando de hambre. Otros refieren que el ruido de sus tripas por estar vacías, no los deja dormir.

Es muy triste vivir y observar esta debacle generalizada en nuestra isla por la errada política del corrupto y despótico gobierno de los hermanos Castro, que conduce hacia el abismo a los cubanos.

Toda ésta miseria es desesperante, y es el resultado de las sistemáticas y fragantes violaciones de los derechos humanos en nuestro país, que llegan a quebrantar los escritos de la convención contra la tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes de las Naciones Unidas.

El gobierno debe escuchar el clamor del pueblo que pide cambios urgentes. No hagan sufrir más a los hijos de ésta tierra, especialmente a los niños y a los ancianos, rescaten la otrora prosperidad y felicidad de los cubanos.

Efrén Fernández Fernández es miembro del Movimiento Cristiano Liberación encarcelado en marzo del 2003.


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