Barcelona/ Mambí en A/ El 14 de septiembre de 2009, Michel Zomoza Gutiérrez (Carné de Identidad 81072806124), de 29 años y trabajador de Cabrera Lido, Empresa Provincial de Transporte de La Habana, en Carretera Tres Glorias, Bauta, provincia de Artemisa; cuando salía de su centro de trabajo en compañía de su ex esposa y el hijo de ésta, de 8 años en sus brazos, al atravesar un paso peatonal bajo una llovizna, fue alcanzado por un ómnibus Yutong de la Fuerza Aérea (DAAFAR) del MINFAR (Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias) que avanzaba a alta velocidad, lanzándolo a varios metros junto con el niño.
Jaime, el hijo de la ex esposa, tuvo varias fracturas y quedó con una cojera permanente. Mientras Michel estuvo 80 días internado en el Hospital Carlos J. Finlay (75 días en terapia intensiva y 5 días en terapia intermedia). Mientras estuvo en terapia intensiva careció casi todo el tiempo de movilidad y padeció de dos bronconeumonías.
Al ser dado de alta estuvo 11 días en la casa de su tía Estelvina Emerson Vázquez, en la calle Armas entre A y B, Lawton, municipio 10 de Octubre; la cual se ocupa de su atención. Al cabo de ese tiempo fue ingresado para rehabilitación en el Hospital Julito Díaz por dos meses, hasta el 15 de enero de 2010.
El resumen de la historia clínica del Hospital Julito Díaz, que es posterior al 15 de enero, de 4 páginas, y firmado por el Dr. Newton, entre otras afectaciones destaca: comisura labial desviada, memoria afectada (no recuerda nada del accidente), afectación en el hombro y codo derecho (no puede estirar el brazo) y afectación en hombro y muñeca izquierda. Mientras se tuvo que valer de muletas se cayó en dos ocasiones y en la actualidad se desempeña con un andador.
La Historia Clínica concluye que presenta invalidez parcial permanente y que está pendiente de tratamiento quirúrgico en la cadera izquierda.
El juicio (expediente No.3T 2010) se efectuó estando Michel ingresado en el Hospital Julito Díaz, por lo que no pudo asistir, aunque no habría servido de mucho, ya que no recuerda nada del accidente.
El conductor del vehículo -al parecer trabajador civil del MINFAR- fue sancionado a 4 años de privación de libertad.
El niño, que quedó con una cojera permanente, recibe una pensión. Después del accidente Michel y su mujer se separaron y Estelvina se ha hecho cargo de su atención.
Michel se niega a que le hagan peritaje para jubilarlo por invalidez parcial porque no quiere desvincularse del trabajo y perder parte de sus ingresos.
Estelvina se dirigió al Tribunal Municipal de Marianao para tramitar una indemnización y le notificaron que era Michel quien tenía que presentarse en la caja de resarcimiento, nombrar un abogado, presentar el expediente del juicio y el nombre del infractor. Michel no puede hacer esto porque actualmente está hospitalizado de nuevo en el Julito Díaz para tratamiento terapéutico.
Según Estelvina, mientras Michel estuvo en el Hospital Carlos J. Finlay el MINFAR le prestó buena atención, pero después que le dieron el alta allí se olvidaron de él.
El 20 de diciembre de 2010 Estelvina le envió una carta a Raúl Castro solicitándole que continuaran atendiendo a Michel hasta su restablecimiento o estabilización, incluyendo la transportación, así como una indemnización o pensión.
El asunto fue trasladado a la jefatura de la DAAFAR y le respondió el 12 de enero de 2011 el teniente coronel Arnaldo O. Pérez Galeto, diciéndole que mientras Michel estuvo hospitalizado se le dio una respuesta solidaria, pero que no correspondía una ayuda económica por parte del MINFAR y que ello debía tramitarse a través de su centro laboral por un peritaje médico ajustándose a las normas del Ministerio del Trabajo.
Estelvina se ha entrevistado telefónicamente con el teniente coronel Falcón, de la Base Aérea de San Antonio de los Baños, cuando le ha salido al teléfono, sin darle una respuesta satisfactoria y negándose a darle el teléfono del general Alonso, jefe de esa base, indicándole que tendría que ir allí a verlo.
Estelvina es jubilada con una pensión de 270 pesos (moneda nacional) mensuales, que se le quedan en 198 pesos después de pagar un crédito por efectos electrodomésticos.
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Estelvina Emerson Vázquez, de la red de Comunicadores Comunitarios.
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