sábado, 9 de mayo de 2009
Ante la posibilidad de conversaciones entre Estados Unidos y Cuba surgen las preguntas necesarias.
Foto: presos políticos y de conciencia del conocido grupo de los 75 , enviados a prisión en la Primavera del 2003 en Cuba , los cuales fueron liberados por una licencia extra penal debido a su estado de salud . De derecha a izquierda , aparecen Margarito Broche Espinosa , Oscar Espinosa Chepe, Jorge Olivera Castillo, Orlando Fundora Álvarez, José Edel García ( exiliado en Estados Unidos), Manuel Vázquez Portal (exiliado en Estados Unidos), Juan Roberto de Miranda Hernández, y agachado esta Miguel Valdez Tamayo (fallecido).
La Habana, 8 de mayo. - Las expectativas han aumentado por estos días en Estados Unidos y en el interior de Cuba. Mucho se especula a ambas orillas del Estrecho de la Florida, sobre las conversaciones que pudieran sostener la administración del presidente Barack Obama y el régimen comunista de la isla. Caben preguntas necesarias sobre si realmente La Habana aceptaría las propuestas de la parte estadounidense.
¿El régimen aceptará las recomendaciones de realizar elecciones libre?
¿Accederá a la liberación incondicional de los presos políticos?
¿Raúl Castro realmente tiene voluntad de discutir con Estados Unidos sobre democracia, presos políticos y derechos humanos?
Desde mi óptica, estamos en presencia de una estrategia entre las tantas que el castrismo ha impulsado a lo largo y ancho de su historia, encaminada a confundir, para al final aparecer como víctima.
La incógnita sobre este tema es de preocupación, teniendo en cuenta que el gobierno cubano se ha aferrado al poder.
Es bien conocida su postura antidemocrática. No nos engañemos, hay cosas que Estados Unidos le pide a Raúl Castro, que nunca se lo concederán, como cambiar el régimen político.
Mientras no se salga de este condicionamiento, el diálogo que pretende Obama, no avanzará.
Cuba no aceptará recomendaciones de ninguna índole encaminadas a instaurar la democracia hecha añicos por Fidel Castro, cuando tomó el poder en 1959.
Las tiranías no entregan el poder, y ellos bajaron de la Sierra Maestra con las armas en las manos.
Para el castrismo perpetuarse en el poder es de vital importancia, no importa el costo que eso conlleve.
Si no es así, que demuestren lo contrario. El Gobierno de Cuba tiene la palabra.
Reportó desde La Habana el periodista Carlos Serpa Maceira.
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