jueves, 7 de mayo de 2009

Foto reportaje del deficiente servicio de transporte publico urbano en la capital de Cuba


Fotos: En la primera fotografía se observó una larga cola de personas esperando el ómnibus en el parque de la fraternidad en el municipio Habana Vieja. La segunda fotografía muestra otra larga cola de personas en la céntrica calle de Reina esquina Águila, en el municipio Centro Habana. La tercera fotografía muestra en el céntrico parque “El Curita”, a personas esperando un ómnibus. La cuarta fotografía muestra un ómnibus de la ruta P 11 recogiendo pasajeros. La quinta fotografía muestra un ómnibus de transporte escolar recogiendo gran cantidad de personas a un costado del Capitolio de La Habana, debido a la ausencia del ómnibus del servicio público.

La Habana , 6 de mayo.- El servicio de transporte publico urbano en la Ciudad de La Habana , no muestra mejorías . Las largas colas de la población en espera de un ómnibus, es tan habitual como la vida misma.

La iniciativa puesta en práctica por el Ministerio de Transporte, encaminada a revitalizar un servicio de vital importancia, no ha surtido efectos.

Este periodista, realizó un periplo por algunas paradas de ómnibus de los municipios Centro Habana y La Habana Vieja en busca de respuestas a la causa del deterioro notorio del transporte publico urbano en la capital de Cuba.

"La transportación va de mal en peor, ya nos hemos acostumbrado a esperar, llevo 45 minutos esperando el ómnibus y no llega", dijo una joven estudiante, mientras esperaba la ruta P 12, que la llevará a Santiago de las Vegas, una localidad del municipio Boyeros.

El Ministerio de Transporte, ha recibido miles de buses marca Yutong y Mercedes Benz, ensamblados en Brasil, con vistas a mejorar el problema que mantiene en permanente preocupación a una población estimada en más de 2 millones de habitantes. Pero como dice un refrán popular en la isla: “la lista con el billete no cuadra.”

"El salario que gano no me alcanza para satisfacer mis necesidades y poder mantener dignamente a mi familia. Hay quincenas que cobro 150 y 160 pesos cubanos", aseguró un chófer de la ruta P11, que cubre el itinerario Alamar-Micro X- Vedado, al ser entrevistado por este periodista, mientras recogía pasaje a un costado del otrora Capitolio Nacional.

Para muchos entendidos del tema, el poco estímulo salarial y la indisciplina han repercutido de forma negativa en el deficiente servicio del transporte público urbano en la capital de la República.

"Los choferes y conductores preferimos reforzar cierto horarios picos, porque nuestros ingresos son muy bajos, estos viajes nos dan la posibilidad de buscarnos un dinero extra por concepto de pasajes. Estamos conscientes que si nos sorprenden, somos acusados de robarle dinero a la Empresa, también perdemos nuestros empleos, pero tenemos que alimentar a nuestros hijos, vestirlos y mantener nuestras familias", enfatizó un conductor de la ruta P 11.

En algunas terminales situadas en los municipios capitalinos, se ha confirmado la existencia de ómnibus fuera de circulación por los siguientes motivos: por coalición en accidentes del tránsito, y hechos vandálicos protagonizados por adolescentes y jóvenes, y otros en cifra superior sacado de circulación por insuficiente parque de piezas de repuestos.

"Los ómnibus Yutong, fueron adquiridos con insuficiente parque de piezas de repuestos, esto lo conoce bien el Ministerio de Transporte. Cuando se rompen son apartados, a la espera de que llegue un funcionario responsabilizado con certificar la garantía", indicó un mecánico de la terminal del municipio Playa, quien pidió el anonimato.

Una fuente subrayó: "El número de carros en este estado es alto en comparación con la cantidad de ómnibus Yutong que han sido asignados."

Por otra parte, existe otro problema que los especialistas cubanos de explotación del transporte no han tenido en cuenta, y es que los buses de fabricación China tienen metales muy débiles. Las vías de la mayor de las Antillas, las condiciones climáticas y las características de los viajeros, exigen metales más fuertes.

El problema no está en continuar importando ómnibus. El régimen comunista conoce bien su ineficiencia, es un inconveniente que nunca ha podido erradicar. Mientras, los habaneros tendrán que esperar algún día no muy lejano, que el servicio de transporte público urbano deje de ser preocupación y desvelo.

Reportó desde La Habana, Cuba, el periodista independiente Carlos Serpa Maceira.

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