Por Aimée Cabrera.
El movimiento sindical cubano celebra este año el centenario de tres de sus líderes más destacados: Lázaro Peña, José María Pérez y Jesús Menéndez.
Estos líderes, siendo muy jóvenes comenzaron a luchar a favor de los intereses de los obreros, participando en cuanta actividad se realizó desde el gobierno de Gerardo Machado, en la década del 20 del pasado Siglo.
De ellos, aún muchos cubanos recuerdan a Lázaro Peña, pues vivió hasta las primeras décadas de la Revolución, donde siempre apoyó a los trabajadores y defendió sus intereses.
Lázaro Peña González nació en el barrio capitalino de Los Sitios, el 29 de mayo de 1911. Su niñez inmersa en la pobreza lo apartó de la escuela y lo llevó a desempeñarse en diversos oficios hasta que llegó a la tabaquería donde además, comienza su vida como dirigente sindical.
El 28 de enero de 1939, año en que se cumplía el 86 aniversario del natalicio de José Martí, fue uno de los fundadores de la Confederación de Trabajadores de Cuba.
A partir de ese momento, Lázaro se dio a la tarea de conducir a los trabajadores por los caminos de la unidad. Por eso es fundador también de la Confederación de Trabajadores de América Latina y de la Federación Sindical Mundial.
Después del 1959 fue Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en varias ocasiones hasta su muerte en el año 1974.
Son muchas las personas que lo conocieron y recuerdan su gran carisma y modestia. El líder sindical que escuchaba a todos los trabajadores y tenía para cada uno una respuesta. Su paciencia y humanismo, así como su fortaleza de espíritu, alegría y caballerosidad, dieron lugar a inolvidables debates que sirvieron de mucho a los obreros que se le acercaron.
A pesar de haber sido miembro del Partido Comunista de Cuba (PCC) y apoyar al gobierno liderado por Fidel Castro, los comentarios sobre Lázaro fueron en su mayoría a su favor.
Con él, culminó aquella etapa en que los líderes sindicales cubanos hacían todo lo que estaba a su alcance para defender a los trabajadores y ayudarlos a alcanzar sus derechos.
En la actualidad no sucede así. Desde la base se observa como los sindicalistas se confabulan con las administraciones para humillar a los trabajadores con los despidos masivos, ofreciéndoles labores fuertes y mal remuneradas como las agrícolas a quienes se han capacitado y mantenido durante años en trabajos muy diferentes.
Los comentarios halagüeños de quienes conocieron a Lázaro Peña son muy distintos a las opiniones que tienen hoy los que muestran inseguridad y temor a quedar disponibles, mientras reconocen en voz baja que el Secretario General de la CTC Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Politico del PCC, sólo apoya los lineamientos que trazan la plataforma politico gubernamental, restándole importancia a los reclamos del pueblo trabajador.
Los obreros cubanos y trabajadores en general se quejan de lo mal remunerado que están, a pesar del alto nivel de instrucción que tienen en su mayoría. Los productos de primera necesidad se venden en la Moneda Convertible CUC, mientras que los salarios son en la Moneda Nacional o Peso CUP muy devaluado con el que apenas pueden vivir. El movimiento sindical cubano urge de una reestructuración acorde a estos tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario