Por Héctor Manuel Ramírez Rodríguez
Objetivo: Recuperar la residencia cubana de todos los exiliados a través de un regreso masivo y pacífico sin precedentes, que tendrá el apoyo unánime del mundo, propinándole al régimen la más grande derrota en su medio siglo de existencia.
Misión
Es el regreso a la patria en un mismo día, de todos los cubanos que nos han retirado la residencia desde 1959 hasta la fecha, con el objetivo de recuperarla y se nos devuelva el carné de identidad. Luego cada cual podrá decidir si pasa mas tiempo en Cuba o en el otro país donde estaba viviendo, pero lo importante es recuperar la patria, no ir a ella como un simple turista sino como un ciudadano que puede quedarse el tiempo que quiera.
Vamos a regresar en todos los barcos y aviones que podamos, el día 20 de octubre del 2009, que es el día de la patria. Desde Miami, además de los vuelos que sean posibles, también deberán salir algunos barcos, porque es donde se concentra la mayor cantidad de cubanos. Los que se encuentran en los demás países tienen dos opciones: pueden viajar hasta Miami para incorporarse al grupo que partirá desde ahí, o pueden viajar directamente desde donde viven.
Por supuesto que el gobierno cubano a primera vista no estará de acuerdo, y dirá que lo va a impedir. Pero somos nosotros, en una enorme acción bien coordinada y respaldados por el mundo, que tenemos que llegar por nuestra cuenta a la Habana a reclamar lo que nos pertenece y se nos quitó arbitrariamente. Sé que mucha gente pensará que esto es un simple sueño bien intencionado sin posibilidades de llegar a ser realidad, pero los invito a analizar mis argumentos y verán que será un éxito seguro.
Muchas de las batallas que Fidel nos ha ganado, las ha iniciado estando seguro que la razón o la ley estarán de su lado, como fue el caso del niño Elián. Y esta vez la razón, la ley y el mundo estarán totalmente de nuestro lado. Por qué. Bueno, sencillamente porque el gobierno militar cubano es el único del mundo que le suspende la residencia a los ciudadanos que salen con permiso y no regresan a los once meses, a los que salen ilegal, a los que salen a trabajar y no regresan como el caso de los deportistas, músicos, médicos, etc. Estoy seguro, que hasta el más grande aliado del régimen cubano, Hugo Chávez, será el primero en aceptar que tenemos la razón; pues ni siquiera él en sus diez años de régimen ha implementado tan macabra ley.
Vamos a tener el apoyo de todos los medios de prensa del mundo, de todos los gobiernos, todas las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, del Vaticano, de la ONU, OEA, etc. Porque es la causa más humana conocida hasta ahora. Porque es el reencuentro de los familiares que nunca debieron separarse. Porque es el fin del holocausto que nunca debió ocurrir.
Y hagámoslo al estilo de Fidel, porque a él siempre le encantó inventar grandes show, convirtiendo cualquier tema en un gran espectáculo internacional, haciéndose seguir por todos los medios de prensa, para luego aparecer como la víctima. Bueno, nosotros también podemos y necesitamos hacer de esta misión un gran espectáculo internacional. Démosle al mundo el más grande Reality Show hasta ahora que será seguido en vivo al mismo tiempo. Que sean televisados todos los detalles de la misión, desde los preparativos, la travesía hacia la isla, y la llegada a territorio cubano. Contra algo así no podrá hacer nada el régimen.
No pueden deportar a todo su pueblo que está regresando. Sería un escándalo demasiado grande. Bajo qué pretexto podría negarnos la entrada con el mundo entero mirando. Porque es un regreso pacífico, seguro, que no pone en riesgo la vida de nadie. No estaremos cometiendo ningún delito, ninguna acción riesgosa ni para ellos ni para nosotros. No pueden encarcelarnos porque no estamos cometiendo ningún delito. No pueden dispararnos porque no vamos armados. Sólo estaremos exigiendo un derecho que nos corresponde, regresando a nuestra casa como mismo lo hizo Odiseo siglos atrás, y como mismo lo pueden hacer actualmente las demás personas del mundo.
Después de Playa Girón, ésta será la segunda acción más grande realizada en busca de la libertad de Cuba, y podrá ser la versión cubana del derrumbe del muro de Berlín. Si nos dejan entrar, eso tendrá muchos significados. Habremos quebrado el escudo de hierro que permaneció inquebrantable durante medio siglo, y detrás de eso vendrán todos los cambios. Si intentan deportarnos, será peor todavía, porque le estarán dando al mundo la prueba final que se necesita para poner fin al único régimen esclavista del siglo XXI. Hagámoslo tranquilo, sin miedo, porque el éxito está asegurado.
La Comisión de Repatriación, formada por disidentes dentro y fuera de Cuba, será la encargada de coordinar todos los preparativos, la etapa para la divulgación, el contacto con todos los que participarán, etc.
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