Con gran descontento popular se desarrollaron en el país las elecciones de candidatos a las Asambleas Municipales del Poder Popular. Este teatro electoral fue apoyado por aquellos quienes solo por el miedo y la represión son capaces de depositar una boleta, marcada no con la cruz que elige al nominado, sino con aquella de dolor y miseria que carga el cubano en su día a día.
El pueblo está consciente que estos delegados no representan a nadie, porque ellos mismos son víctimas de las penurias que atraviesa la nación, son figuras decorativas en la pared carcomida y mugrienta de la dictadura, nada pueden hacer por el pueblo, que ya comienza a extrañar en sus miserables cazuelas los celebres “cuadritos” de pollo con tomate, sazón que hacía pensar al hambriento que estaba comiendo pollo.
Al descredito internacional de esta infame dictadura, se suma la falta de arroz que agudiza más el hambre en los cubanos, y ante tantas enfermedades, la respuesta del régimen es el desabastecimiento de jabón y productos de limpieza, inclusive en las tiendas en divisa.
Este 25 de abril, la prensa oficialista como siempre, difundió noticias de éxito rotundo en las elecciones, elogiaron la asistencia, que a punta de pistola y amenazas ellos llaman apoyo popular. Una vez más los cubanos producto del miedo y la deshonra fueron cómplices involuntarios de estos 50 años de terror, y a la hora de cocinar, de bañarse, de salir, de recibir su mísero salario, dirán bajito, sin darse cuenta del poder que tienen como pueblo: ¡Hasta cuándo será este dolor y sufrimiento!, y seguirán cargando con la cruz.
Ciudad de La Habana, 26 de abril de 2010.
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