Por la comunicadora comunitaria Tania de la Torre Montesinos.
“El 28 de setiembre de 2009, yo Alexander Guerra Guerrero, vecino de Avenida Massó No.9, interior, entre Jesús Menéndez y Joaquín Oro, me dirigí a esta comunicadora de la Red para denunciar el suceso de la fosa del edificio al lado de mi vivienda, que había que limpiarla porque estaba desbordada y cuando la limpiaron a cubo, las heces fecales las colocaron frente a mi vivienda”.
“Todavía, a estas alturas sigue igual, mi niño gemelo de 3 años, nombrado Alexis Guerra Pérez, se encuentra ingresado en el Hospital Cordovés (Pediátrico) en la sala de infecciosos, por un problema en la piel, que aún no han diagnosticado los médicos”.
“¿Quién sabe si es por esta situación de contaminación de la fosa? Mi esposa Katia Pérez se encuentra cuidando nuestro niño a pesar de estar operada. Ha sufrido doble, pues en esta sala no hay balance (sillón), están todos rotos y no hay presupuesto para arreglarlos, según nos plantean”.
Manzanillo, Granma, 19 de abril de 2010.
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