Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Elizabeth de Regla Alonso Castellanos.
Ya no son solamente los jóvenes los únicos que hurgan en la basura, también tenemos ancianos pasados los 75 años de edad, los que dedican su tiempo a registrar en los botes de desechos. Esta penosa situación se repite diariamente en todo el país y quisiera saber que tanto buscan estas personas entre los desechos contaminados, si el pueblo lo que bota solamente las ratas son capaces de digerir, es una casualidad de la vida que dos personas diferentes, pero en igualdad de condiciones se estén sometiendo a buscar algo tan importante para ellos y los dos en el mismo lugar.
¿Será que a estos pobres ancianos bienestar social les ha retirado sus chequeras?
Estas personas tan conscientes de algo que buscan incansablemente y además ensimismados, no temen ser multados por algún inspector o por las autoridades, que sin compasión alguna los conducen a las Unidades de la Policía.
La necesidad en este país es tan marcada, que ancianos como estos no temen a infectarse y cometen actos tan degradantes poniendo en juego su salud y su prestigio como personas de la tercera edad, que por el contrario ya sería hora de estar en sus casas descansados y sosegados, después de pasar su vida trabajando para un gobierno que ahora les da la espalda y no respalda sus necesidades como ciudadanos de este país.
Tienen que verse inmerso en estas labores que ponen en riesgo sus vidas, que ya marcadas por los achaques propios de la edad y la falta de alimentación se deteriora con más facilidad.
Ciudad de La Habana, 4 de diciembre de 2009.
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