Por el comunicador comunitario Lázaro Yuri Valle Roca.
En los altos de la oficina de correos de Juan Delgado y Santa Catalina, zona postal # 5 de la barriada de Santos Suárez, Ciudad de La Habana, reside la señora Luz María Cuellar de 79 años de edad. Ella se queja del cierre de dicha oficina debido a que presenta tupición en todas las tuberías y tragantes.
Según Luz María, esta situación se remonta a varios años atrás en que se arregló el correo y le hicieron algunas modificaciones, lo que trajo como consecuencia las filtraciones en todo el edificio y después dentro del mismo local del correo, donde se salía el agua de la fosa por toda la oficina hasta la calle.
“En los apartamentos que están en la parte superior de las oficinas, el agua sucia salía por los tragantes, cosa que en muchas ocasiones reportamos al delegado de la circunscripción, al Municipio de Salud, a las Microbrigadas y al Poder Popular; haciéndonos caso omiso, tuvimos que buscar soluciones por nuestra cuenta sin resultado alguno. Hasta que un día comenzó a salir el agua por las oficinas del correo, y Salud Pública lo cerró”.
“Ahora me pregunto: ¿Tiene qué afectar una dependencia del Estado para que se ejecuten los trabajos pertinentes? Entonces para qué están los Delegados si no resuelven nada. Aguas de La Habana asume los trabajos si el problema es fuera del edificio, desgraciadamente me tengo que alegrar que deje de prestar un servicio a la población esta oficina, porque de no ser así, no hubiésemos resuelto el problema las 6 familias que residimos en este edificio, ahora tenemos que aguantar todo el desbarate que están haciendo; pero con tal de que se resuelva la situación cualquier cosa me viene bien. Lo otro es ver si hacen bien los trabajos, ese es otro de los problemas que adolecemos”.
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