La libertad, la justicia y la verdad han encontrado un fiel e inseparable testimonio en la conducta sincera, valiente y perseverante de los setenta y cinco intelectuales cubanos encarcelados injustamente durante la Primavera Negra de 2003.
El amor altruista de estos hombres, juntos a sus esposas e hijas, madres y hermanas, organizadas en las insignes Damas de Blanco, han propiciado una luz esperanzadora para todos los cubanos.
Estos conceptos nobles germinarán a plenitud en nuestra Patria, como tributos perfectos de sus hombres y mujeres durante esta prolongada lucha por la conquista de las libertades esenciales para el pueblo de Cuba.
Desde estas celdas lóbregas y polutas alzamos nuestras voces como reivindicación de todos los derechos humanos para todos los cubanos, los pactos internacionales civiles y políticos, económicos; sociales y culturales para nuestros conciudadanos. De la libertad incondicional de todos los prisioneros políticos y de conciencia.
Exigimos el cese inmediato de los tratos crueles e inhumanos contra las amorosas y pacíficas Damas de Blanco.
Proclamamos la factibilidad de cambios pacíficos hacia la libertad y la democracia en Cuba, nuestra Patria.
En conformidad con estos sublimes objetivos;
Los SETENTA Y CINCO intelectuales encarcelados por el inalienable ejercicio de la libertad de pensamiento:
Oscar Elías Biscet González, Julio César Gálvez Rodríguez, Ricardo González Alfonso, Normando Hernández González, Regis Iglesias Ramíres, Ángel Juan Moya Acosta.
Dado en el Combinado del Este, Prisión Nacional, el día 17 de febrero de 2010.
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