lunes, 25 de octubre de 2010
Lo que Mariela Castro oculta
Barcelona/ Mambí en A/ La prensa internacional publica constantemente artículos en los que aluden el papel de la Dra. Mariela Castro Espín a favor de la comunidad cubana de Lesbianas Gay Bisexuales y Transgeneros (LGBT). Artículos que nunca hacen mención a los constantes esfuerzos que se realizan en la isla por desmontar la farsa oficialista.
La Dra. Castro Espín, hija del actual mandatario de la nación cubana, solo ha dado continuidad al trabajo que desde hace algún tiempo venía desarrollando su madre recién fallecida, Vilma Espín G., quien desde la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas se desempeñó como su secretaria general, hasta el momento de su fallecimiento. Aunque es de aclarar que Vilma solo imitó o trató de copiar el trabajo que una sexóloga de origen alemán trajo a Cuba, sexóloga de la cual desconozco el nombre y que hoy residente en su país, fue la primera mujer que en la isla impulsó las actividades educativas con el tema de la educación sexual.
Todo un misterio permanece oculto acerca de esta alemana a la que se le conocía una relación muy íntima con Vilma Espín, relación que a pesar de los años despierta una de las polémicas ocultas por las mamparas familiares de la familia Castro.
Mientras los medios se concentran en las constantes declaraciones de la Dra. Castro Espín, las cuales la prensa nacional no publica, están muy lejanas de su cumplimiento las supuestas iniciativas que ella impulsa y que hoy están en discusión dentro del parlamento cubano. Es cierto que un gran número de la comunidad LGBT sigue sus iniciativas y participan de sus campañas, pero un mayor número no está de acuerdo con lo que este programa ha desatado en los últimos años en la isla.
El proyecto oficialista confunde a la comunidad LGBT cubana y causa algunas discusiones acerca de pequeños beneficios para unos, mientras que para otros no. Puede mencionarse la prioridad para quienes pretenden cambiar su sexo, aumentando con esto la presencia de travestís en las calles de todo el país. No tengo nada en contra de quienes pretenden cambiar su naturaleza, pero de lo que si me declaro su enemigo es de todo aquel que a raíz de la cobertura oficialista aprovecha el ambiente para ejercer la prostitución y poner en el juicio de la sociedad, a toda la comunidad Gay de Cuba.
La realidad es difícil de mantener en las sombras cuando se percibe el constante aumento de lo que es el más viejo de los oficios. Trayendo como consecuencias la aparición en los últimos años de la violencia en contra de los homosexuales y el creciente número de gay aparecidos muertos.
Lo mencionado en éste artículo no es desconocimiento de la Dra. Mariela Castro Espín, la cual olvida de forma oportuna contar cosas como estas ante los medios. Si quisiera continuar este artículo podríamos hablar del aumento de infección por el VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual al igual que la violencia policiaca y la incomprensión por las autoridades, la carencia de espacios y la falta de libertades como la libertad de asociación, expresión y de libre circulación dentro del territorio nacional.
Horas de desvelos han causado las autoridades cubanas a diferentes activistas de la comunidad LGBT que no acatan ni se afilian a la institución dirigida por Mariela, en muchos de los casos les han sido confiscados hasta los medios con que trabajan, se les sabotea sus actividades, se les detiene y se le intervienen los teléfonos, además de violárseles su correspondencia personal.
Si se le preguntase esto a Mariela respondería que son farsas especulaciones que responden a intereses extranjeros, al igual que respondió al máximo representante de la Sociedad Internacional de Sexología cuando este le preguntó por lo sucedido en la Habana ante el intento de un grupo de Gay de los que formé parte, por realizar la primera parada o marcha Gay en Cuba en pasados años, marcha que terminó con el arresto de sus dos organizadores.
Mariela Castro Espín miente constantemente ante la prensa y calla lo que hoy reveló ante el mundo, por miedo a que se descubra la peor puesta en escena que se haya escrito utilizando como personajes fundamentales de la obra, a la comunidad de LGBT en Cuba. Es preciso que la verdad apague las luces del teatro político de la familia Castro.
Por: Ignacio Estrada Cepero, Periodista Independiente, Centro de Información Hablemos Pres.
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