Declaración sobre la derogación de la exclusión de Cuba en la OEA.
No es un asunto de interpretación, sino de hechos, y los hechos no se discuten: En Cuba no hay democracia y los ciudadanos no pueden elegir ni han elegido éste sistema político económico social, sino que se les ha impuesto. Los cubanos, aunque sí quieren, no pueden cambiarlo, hasta ahora, porque el poder totalitario lo impide por la fuerza y ha impuesto a la propia Constitución una contradicción e impedimento ilegal e ilegítimo que niega el derecho soberano del pueblo a decidir su destino y su modelo de sociedad. Jamás el pueblo cubano ha optado ni optará por un orden sin derechos. Los cubanos no hemos renunciado a la soberanía popular, sino que nos la confiscaron.
Si ésta decisión que permite al estado cubano retornar a la OEA quiere hacer un acto de justicia con nuestro pueblo, al reconocer que es parte de la familia continental, por lo que tiene derecho a establecer relaciones de amistad y cooperación dentro del respeto a la autodeterminación de cada pueblo, bienvenida la decisión. Si es un puente de diálogo para la aproximación respetuosa, sobre la base de la buena voluntad entre gobiernos, estados y pueblos, para superar las diferencias en un marco bilateral y continental, bienvenida la decisión.
El gobierno cubano ha expresado claramente que no quiere entrar en la OEA. El pueblo cubano no tiene instrumentos democráticos para decidir sobre éste asunto, pero recordamos que algún día, esperamos que pronto, lo cubanos puedan decidir sobre éste y sobre todos los asuntos importantes para nuestra sociedad y nuestro futuro.
El Señor Presidente de Honduras Don Manuel Zelaya, al dar su versión sobre los motivos por los que el estado cubano fue injustamente excluido de la OEA en 1962, afirmó: “Por pensar democráticamente diferente…”
A la luz de la historia no apoyamos ésta exclusión del estado cubano, pero ésta afirmación del anfitrión de esta Asamblea General de la OEA, es cuanto menos una burla al pueblo cubano. Porque por sus creencias y por pensar democráticamente diferente, hay muchos cubanos en las cárceles, en el destierro, y muchos han sufrido la exclusión y la represión durante décadas. ¿No sabe el Presidente Zelaya que en Cuba hay un régimen que excluye y persigue a los que piensan diferente, y mucho más a los que quieren expresarse libremente, según ese derecho humano reconocido universalmente?
Hay una grave incoherencia en la explicación de esta decisión. Por una parte dicen querer abrir el espacio en la OEA que corresponde al pueblo cubano, eso lo apoyamos. Pero por otra parte, muchos de los gobernantes allí presentes niegan a los cubanos su derecho a los derechos, insultan al pueblo cubano las repetidas expresiones de algunos gobernantes y personajes del Continente en éste y en otros eventos, exigiendo respeto a la supuesta decisión soberana del pueblo de Cuba, de optar por éste orden sin libertad y sin democracia.
Se repite ésta ofensa contra un pueblo que no puede expresarse. Yo acuso, ante nuestro pueblo y ante sus propios pueblos, a esos gobernantes que así se expresan, por ser partícipes de un gran teatro de la mentira, en contra de las esperanzas de los cubanos, de cambios pacíficos hacia la libertad, los derechos, la democracia y la reconciliación.
El Padre Félix Varela nos lo enseñó, y la vida nos lo confirma, que la libertad y los derechos de los ciudadanos, son inseparables de la verdadera soberanía y autodeterminación del pueblo.
En un momento en que caen muchos esquemas injustos y se proclama la necesidad y el derecho de cambios para todos los pueblos, algunos en éste continente y más allá del mismo, insisten en negar al pueblo de Cuba esos derechos a los cambios y en condenarlo desde la mentira, a vivir en la opresión. Denunciamos que así no construirán la justicia para sus propios pueblos. Dios quiera que todos abran sus corazones a toda la verdad, pues solo así podremos construir juntos, toda la justicia.
Oswaldo José Payá Sardiñas
Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación
La Habana, 4 de Junio de 2009
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