La Habana, 10 de Junio.- Las restricciones en la venta de alimentos que el Gobierno vende a la población de Cuba mediante la libreta de abastecimiento, ha provocado el descontento popular a lo largo y ancho de la isla.
La venta mensual de frijoles colorados y chicharos por personas se redujo de 30 a 20 onzas (de unos 900 a 600 gramos), la sal que se vende en bolsas de un kilo por persona cada cuatro meses, a partir de ahora será la mitad.
"Los alimentos que nos venden por la libreta de racionamiento no nos alcanza para paliar durante un mes la alimentación de la familia, estas restricciones del Gobierno es una falta de respeto al pueblo", dijo Esther, una octogenaria residente en el municipio Arroyo Naranjo en ésta capital.
Éste periodista confirmó ocularmente que en las bodegas y mercados de la Ciudad de la Habana han sido colocados anuncios que informan a la población de la urbe, estimada en más de 2 millones de habitantes, las rebajas de los alimentos.
"Nadie apoya éstas medidas, si realizan una encuesta sobre el tema los índices de desaprobación a éstas restricciones serian muy elevados," aseguró Marilyn, una joven informática abordada por éste reportero en la céntrica calle 23 y L, en la popularmente conocida La Rampa, en el corazón de la capital cubana.
En la peña beisbolera del céntrico Parque Central de la Habana, ante la pregunta de éste periodista: ¿Está usted de acuerdo con las restricciones en la distribución de alimentos?, un joven de la raza negra presente en el lugar dijo: "No estoy de acuerdo, ésta medida es otra falta de respeto al pueblo de Cuba".
Un octogenario quien se identificó como Mariano manifestó: "En vez de aplicar las restricciones a los alimentos, deberían de quitar para siempre la libreta de racionamiento, que conste que los alimentos son vendidos".
"Habrá restricciones en el consumo, aunque no se va a quedar nadie desprotegido", declaró el Ministro cubano de Economía y Planificación, Marino Murillo, a fines de mayo pasado. El titular aseguró que el crecimiento económico del 6 por ciento que se planteó el régimen comunista para el 2009, "no se va a lograr".
En mi recorrido por las calles de la Ciudad de la Habana, pude apreciar el creciente descontento popular ante las nuevas restricciones. Lo que más ansían los 11,2 millones de cubanos, es que el gobierno deje sin efectos la libreta de racionamiento vigente en Cuba desde 1962.
Reportó desde la Habana, el periodista Carlos Serpa Maceira.
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