Suceso narrado por la comunicadora comunitaria Elizabeth de Regla Alonso Castellanos.
En días pasado narré un suceso sobre el encendido del alumbrado público en las calles, ahora me provoca mucha más preocupación porque se resolvió el asunto del amanecer con las luces de los postes encendidas; pero por el contario en las noches están en total oscuridad, dando abrigo a los delincuentes que se mantienen al acecho de personas que transitan por las calles oscuras en altas horas de la noche, sin los incontables robos en viviendas, que aprovechando el sueño de sus habitantes, irrumpen en los domicilios, hurtando todo lo que pueden sin ningún tipo de remordimiento y convirtiendo el sueño y descanso de estas personas trabajadores en pesadilla y desconsuelo, porque también al dirigirse a las autoridades, éstas no resuelven nada.
El ahorro de energía y sus resultados siempre caen encima de los hombros del pueblo trabajador y machacado, ya sea por el transporte malo, la alimentación mala y también el tener que combatir nosotros mismos con diferentes estrategias a delincuentes y enfermos mentales sexuales.
Me atrevo a hacer este comentario, pues fui víctima de un asalto en pleno período especial y robo en mi vivienda y fui testigo de que los ladrones nunca fueron sancionados por los tribunales, dejando yo de creer en la seguridad ciudadana.
Ciudad de La Habana, 15 de setiembre de 2009.
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