Suceso narrado por el comunicador comunitario Raúl Luis Risco Pérez
"Soy una mujer de la raza negra y este acto bárbaro que me han hecho jamás lo esperé, aún me quedaba un poco de confianza en la Revolución", me dijo Yaniza Pérez Valdés, madre de dos pequeñas niñas: Asley de 2 años y Bárbara de 8 meses de nacida, ambas asmáticas crónicas y además Asley es epiléptica.
"Estuve 5 años albergada por no tener vivienda y todo era promesa, "éste año sí te resolveremos el problema de vivienda", me decían; cosa que jamás hicieron, tuve que decidirme a ocupar una casita en mal estado de madera, fabricada con tablas de costanera, o sea, de desechos, situada en calle Fidelina al final del Reparto Cuba Libre, en Pinar del Río. Esa casita quedó vacía al emigrar su antiguo morador, la ocupé hace 2 años y comencé los trámites en la Dirección Municipal de la Vivienda, para legalizarla. Esta gente desalmada, lejos de legalizarme los papeles me declararon ocupante ilegal y el día 16 de setiembre a las 10 y 30 am, se me aparecieron en la casa, un auto patrullero con el No.103, dos camiones Gaz 66, con más de 15 policías, más la brigada de desalojo de la vivienda. Entraron de forma violenta, mis niñas comenzaron a llorar y yo nerviosa y asustada también comencé a llorar y grité a los policías: ¡Abusadores! El capitán con la chapilla No.21317 me arrebató de los brazos a Barbarita de 8 meses de nacida, se la entregó a otro policía y me esposó a la espalda, momento en que la policía con chapilla No.38832 comenzó a golpearme en la cara, propinándome por último una fuerte patada en el abdomen. Mis niñas gritaban despavoridas, los vecinos (más de 100) se congregaron en el lugar y comenzaron a gritarles insultos a la policía, tales como: ¡Abusadores! ¡Asesinos! ¡Esbirros! ¡Batistianos! Y otros más groseros, el capitán jefe del operativo, con la chapilla 21317, le dijo a la brigada de desalojo: "Apúrense en recoger y montar las cosas o tendré que pedir refuerzos para cargar con toda esa gente". Diosmany Suárez Valdés les gritó tanto que el policía con la chapilla No.29096 lo amenazó con arrestarlo".
"Hoy me encuentro aquí en el Poder Popular Municipal, exigiendo una solución a mi caso y me plantean que debo aceptar la choza derrumbada que está dentro del pantano para levantarla. Es una burla, mis hijas no pueden vivir allí por su condición de asmáticas crónicas".
"Por los golpes recibidos me saqué certificado médico y los mismos policías que me golpearon me lo quitaron para que no los acusara". Ella me mostró las escoriaciones en los antebrazos y el golpe en el ojo derecho que le dio la policía.
"Me desalojaron violentamente, igual lo hacía el anterior régimen, este es tan bárbaro y cruel como el anterior", refirió finalmente Yaniza.
Pinar del Río, 24 de setiembre de 2009.
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