Por Jorge Alberto Liriano Linares, prisionero, desde la prisión Provisional Cerámica Roja, dicta los textos por teléfono y Magaly Norvis Otero Suárez los transcribe.
Camagüey, 13 de Febrero. — Desde el pasado día 3 se encuentra plantado en reclamo de sus derechos, el prisionero Elvis Vidal Carballea, de 32 años de edad.
Las autoridades penitenciarias en esta prisión rehúsan reconocer su condición actual. Luego de 10 días de abstinencia alimentaria el estado de salud del interno es deprimente. Le están concediendo el derecho a morirse. Único derecho respetado por los militares en este antro carcelario del centro oriental de la isla.
Según el testimonio del reo en huelga, gozaba del régimen de mínima severidad en un campamento de trabajo forzado. El vehículo de transporte que debería recogerlo para devolverlo al campamento después de la jornada laboral no fue a buscarlo. Caminó 17 kilómetros junto a otros internos y cuando arribó al campamento ya estaban circulados como prófugos.
Revocado injusta y arbitrariamente al régimen severo por el descontrol, la negligencia y la tolerancia corruptiva de los militares, Elvis Vidal Caballea prefiere declararse en rebeldía en busca de la razón y la justicia aunque le cueste la vida.
Después de 10 días plantados con sus labios cuarteados, la garganta seca, y la piel pegada a los huesos, aún éste cubano digno tiene ánimos para pronunciar esta frase de Martí que un día escuchó decir a su padre: "Los grandes derechos no se compran con lagrimas, si no con sangre."
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